Otra obra destacada de Alonso Berruguete es el retablo de San Benito el Real en la ciudad de Valladolid, España. Este retablo, realizado entre los años 1538 y 1542, es una obra maestra del Renacimiento español que combina la escultura y la pintura en un conjunto impresionante.
El retablo de San Benito el Real se encuentra en la capilla mayor de la iglesia del mismo nombre, dedicada a San Benito Abad, en Valladolid. Este retablo se compone de múltiples paneles tallados en madera de nogal y decorados con una exquisita policromía.
En el centro del retablo se encuentra una escultura de San Benito Abad, flanqueada por otras figuras sagradas y escenas de la vida del santo. La escultura de San Benito es una de las obras más destacadas de Berruguete, con su expresión serena y su postura majestuosa. Detrás de San Benito, se encuentran representaciones de episodios de su vida, como la fundación de la orden benedictina y la narración de milagros asociados con el santo.
Las esculturas del retablo están ricamente detalladas, con ropajes plisados y gestos expresivos que reflejan el dominio técnico de Berruguete en el arte de la escultura. Las figuras parecen cobrar vida ante los ojos del espectador, con una sensación de movimiento y vitalidad que caracteriza el estilo de Berruguete.
Además de las esculturas, el retablo de San Benito el Real también cuenta con una serie de paneles pintados que representan escenas de la vida de Cristo y otros temas religiosos. Estas pinturas están realizadas con una paleta de colores vibrantes y detalles finos, lo que demuestra la habilidad de Berruguete como pintor.